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El capitalismo de amigos

Javier Marzal, 09-07-2014.       Artículo en PDF

El aumento del poder político, ha creado una economía intervenida que depende, en gran parte, de los beneficios aportados por los políticos.

 

 

Europa es la región del mundo donde es mayor el intervencionismo estatal en la actividad económica. No sólo los Estados gestionan más de la mitad de la producción económica, con criterios bastante discutibles, sino que además, mediante la regulación de los sectores básicos: financiero, energía y telecomunicaciones, las distinciones fiscales, regulaciones administrativas, y las numerosas y crecientes subvenciones, intervienen decisivamente en la mayor parte de la economía. Recientemente, el sector público de Estados Unidos y de Japón ha superado el 40 % del PIB.

Por ello, el mayor activo de numerosas empresas consiste en tener contactos políticos, bien remunerados, preferiblemente en paraísos fiscales. No es casualidad que la Unión Europea sea el lugar del mundo con más paraísos fiscales y donde más dinero negro hay. La única explicación razonable y cierta la encontramos en los intereses políticos derivados de este intervencionismo económico. A esta situación algunos la denominan capitalismo de amigos, aunque es curioso que la mayor parte del capital de estas economías surge del sector público (fondos públicos) o del abuso de las grandes empresas, apoyado por los políticos. Este modelo poco tiene de capitalismo.

Aunque la mayoría de los europeos, en sus países, con sus votos apoyan este intervencionismo y esta economía informal, las economías occidentales son insostenibles desde hace décadas aunque la inercia y la falta de competencia las mantienen, pero la pujanza de las empresas de los mercados emergentes aumenta la presión para eliminar la insostenibilidad de las economías occidentales.

Durante los últimos años, estamos asistiendo a la quiebra o a la desaparición de gran parte de las que fueron las mayores empresas del mundo, todas occidentales. Durante los últimos años del siglo pasado, la mayoría de las grandes empresas europeas del sector automovilístico desaparecieron porque fueron compradas por otras. Lo mismo sucedió con las americanas, llegando a la quiebra de General Motors que, durante décadas, fue la mayor empresa del mundo y tuvo el modelo empresarial más imitado.

Uno de los hechos principales del siglo 20, tuvo lugar en este sector: en un año de la década de 1910, la empresa Ford aumentó los salarios de sus obreros a más del doble. Una medida que se fue extendiendo por todo el mundo, originando el actual capitalismo popular y haciendo que la idea del Estado de Bienestar se pudiera llevar a la práctica en Europa. Ese capitalismo popular o postcapitalismo, se refiere al hecho de que la mayoría de la población en todos los países desarrollados, tienen y ganan más dinero que los ricos. Cabe destacar que el capitalismo ha sido el sistema socioeconómico que más progreso ha aportado a la Humanidad, pero desapareció durante el segundo cuarto del siglo 20.

En España, durante 2007, los consejos de administración de las tres mayores empresas españolas: BBVA, Santander y Telefónica, cambiaron sus estatutos para permitir que sus viejos presidentes ejecutivos no tuvieran que jubilarse y abandonar el cargo. Es público y notorio que estos consejos de administración hacen lo que ordenan estos presidentes, igual que las juntas de accionistas.

También es bien conocido y descrito en numerosos libros empresariales que estos “viejos carcamales”, en palabras de Tom Peters, impiden la innovación en las empresas que gobiernan (empresarios) o que dirigen (directivos), exprimiendo su posicionamiento creado por los trabajadores anteriores, a los empleados y a los clientes, sobornando a políticos, destruyendo a sus propias empresas, pero blindados con indemnizaciones abusivas.

Estos viejos carcamales son representantes de ese estilo que lleva a las grandes empresas, a la larga, a su desaparición porque la mayoría de los empleados y clientes de ellos están descontentos y el intervencionismo político no es sostenible a largo plazo.

La justicia social, la equidad, la calidad de servicio, la sostenibilidad, la innovación, son principios de la Nueva Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no conspirativo) y del Nuevo Management; es decir, de los modelos de la actual Era de la información. 

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