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Las pagas extras son una estafa

Javier Marzal, 09-01-2014.       Artículo en PDF

La tradición de las pagas extras es otro engaño a los trabajadores.

 

 

 

 

Las pagas extras perjudican gravemente a los trabajadores y benefician a las empresas y al sistema establecido.

Las pagas extras suponen retener, mensualmente, una parte de la retribución durante una media de tres meses. Esta retención se devuelve cuando se cobran las pagas extras; sin embargo, los impuestos generados por esas cantidades se retienen mensualmente al trabajador, aunque éste no las cobra hasta que llega la paga extra. En esta retención se beneficia la empresa donde está contratado el trabajador. Por tanto, las pagas extras son una forma de que los trabajadores financien la actividad de su empresa.

Las pagas extras obligan a los trabajadores a ahorrar, demorando el cobro de una parte de su retribución. En este sentido, esta práctica es una intromisión en la vida privada de los trabajadores. Pero este aparente mecanismo para fomentar el ahorro, a la vez fomenta lo contrario: el consumo.

Tradicionalmente, la paga extra de verano se ha utilizado para cubrir los gastos extraordinarios de las vacaciones de verano, una costumbre alentada por las empresas y particulares que operan en el sector turístico, también por el Estado cuyos organismos cerraban en agosto, obligando a los funcionarios públicos a tener vacaciones durante todo ese mes, sin libertad para escoger otro momento del año.

La otra paga extra más extendida es la paga de final de año, también llamada de Navidad. También existe una tradición para fomentar el consumo, gastándose esta paga en los regalos a familiares y amigos.

En realidad, ambas costumbres, vacaciones y regalos, forman parte de un modelo de vida, más concretamente, de la parte placentera del modelo. Si el modelo fuera bueno no tendría otras connotaciones, pero este modelo de vida occidental es rechazado por la mayoría de las personas que lo siguen y, más aún, por los hijos que no quieren vivir como sus padres.

Pero por encima de todo, lo más grave consiste en la manipulación de los perjudicados por las pagas extras, en la limitación de su libertad para decidir la forma de vida y en la eliminación de la responsabilidad por su propia vida o responsabilidad personal. Precisamente es esta falta de autorresponsabilidad la que permite que los vampiros del sistema (abusócratas) obtengan injustos privilegios derivados de aprovecharse de la mayoría.

Las pagas extras suponen una manipulación grave de la vida de los trabajadores y de sus familias. Por un lado, se les obliga a ahorrar y por otro se les induce a consumir cosas que no necesitan y que para conseguirlas tienen que hacer grandes sacrificios. Algunos afirman que prefieren las pagas extras para ahorrar o para poder realizar los gastos extraordinarios mencionados, pero es indudable que si eliminan esos gastos extraordinarios pueden tener un mayor nivel de vida.

Es indecente e injusto que el Estado permita las pagas extras, mientras cobra los impuestos como si no existieran las pagas extras, es decir, sin retrasar también el cobro de los impuestos derivados de las pagas extras. Especialmente en personas que, por el exiguo salario mínimo que decide el Gobierno, muchas personas y familias tienen problemas para sobrevivir.

En este sentido, es un abuso de las empresas, consentido y alentado por el Estado. Recordemos que el Estado también engaña a los trabajadores con la cuota de Seguridad Social que dicen ser a cargo de las empresas, aunque obviamente se sustrae de los rendimientos del trabajador, puesto que si no hubiera trabajadores la empresa no pagaría nada por este concepto; es decir que también lo paga el trabajador.

En España los impuestos al trabajo son los más altos del mundo, amparados en la opacidad descrita y ésta es la principal traba a la creación de empleos, como afirman el FMI, la OCDE y la Unión Europea.

Cabe hacer un reproche a los sindicatos por participar de estos engaños y abusos, sin evitarlo ni informar a los trabajadores.

El trabajador puede exigir a su empresa que prorratee las pagas extras en cada nómina mensual, de forma que cobre lo mismo durante todos los meses del año y pueda escoger entre aumentar su nivel de vida cotidiano o ahorrar obligatoriamente, incluso utilizando esas pagas extras para realizar gastos extraordinarios.

La justicia social, la autorresponsabilidad y la transparencia, son principios de la Nueva Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no conspirativo) y del Nuevo Management; es decir, de los modelos de la actual Era de la información. 


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