Dimensión humana de la 
		deslocalización
			  
		
		
		
		
		 La 
		deslocalización industrial de las grandes empresas es la mejor 
		oportunidad de progreso para los países pobres.
			  
			  
			   
			    
			  
			  
			  Las empresas han proporcionado las innovaciones, tecnología, 
			  impuestos, salarios, bienes y servicios que han conducido al 
			  progreso de la raza humana. 
			  
			  
			  En cuanto a las multinacionales, llevan a los países pobres 
			  mejoras globales: tecnológicas, profesionales, salariales, 
			  sanitarias, económicas, legislativas y sociales. Existe consenso 
			  en los organismos transnacionales sobre que las multinacionales 
			  son parte de la solución a los problemas del mundo; sin embargo, 
			  la mayoría cree que originan los problemas y que son los políticos 
			  quienes deben resolverlos, cuando la realidad es la contraria: los 
			  políticos crean la mayoría de los problemas 
			  y la decadencia social, mientras las multinacionales 
			  aportan progreso y riqueza. Los políticos crean la mayoría de las 
			  injusticias. La mayoría de la gente occidental atribuye al Estado 
			  la función social de la redistribución de la riqueza; sin embargo, 
			  la realidad es muy diferente: el Estado es el mayor agente 
			  empobrecedor de la población en todo tipo de países y sistemas 
			  sociales, mientras las multinacionales son el principal agente de 
			  distribución de la riqueza, llevando inversiones, impuestos y 
			  salarios a los países con menor renta por persona. 
			  
			  
			  Mientras el interés de las empresas es aumentar la riqueza aunque 
			  sólo sea para aumentar sus ventas, el interés de los políticos es 
			  aumentar la pobreza para aumentar la dependencia del Estado y así 
			  aumentar su poder. 
			  
			  
			  Con la deslocalización, las empresas aportan el progreso a los 
			  países pobres que sus corruptos políticos han impedido durante 
			  siglos. 
			  
			  
			  La generalizada ignorancia financiera y empresarial es una causa 
			  de baja productividad y de aumento de riesgos económicos, 
			  individuales y colectivos, en todos los ámbitos. 
			  
			  
			  Podemos reflexionar sobre la dimensión humana de la 
			  deslocalización con las siguientes dos preguntas: 
			  
				  - 
				  
				  
				  ¿Qué preferimos: mantener un puesto de trabajo en un país rico 
				  o sustituirlo por varios puestos de trabajo en países pobres? 
				   
				  - 
				  
				  
				  ¿Qué empresas ofrecen mejores condiciones laborales en los 
				  países pobres, las multinacionales o las nacionales? 
				   
			   
			  
			  Por 
			  último, es una falacia política la afirmación sobre que la 
			  deslocalización es una causa del creciente paro en los países 
			  ricos porque se deslocalizan pocos puestos de trabajo. El 
			  auténtico drama del desempleo está creado por las legislaciones 
			  empresariales y laborales. Occidente tiene grandes retos 
			  tecnológicos y sociales que deben sustituir los empleos de menor 
			  valor, pero la cerrada estructura social, creada por las leyes y 
			  el mal uso del creciente dinero público, hacen que se mantengan 
			  trabajos improductivos y no haya medios para crear nuevos sectores 
			  de actividad económica en los sectores privados (empresarial y 
			  social), que son los crean empleos productivos que aportan 
			  progreso. 
			  
			  La 
			  globalización, la mundialización, la universalización y la 
			  redistribución mundial de la riqueza, son 
			  principios de la Nueva Conciencia, 
			  del Nuevo Orden Mundial (no conspirativo) y del
			  
			  Nuevo Management; es 
			  decir, de los modelos de la actual Era de la información.  
			  
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